domingo, 23 de junio de 2013

la peticion

La Petición

Hace unos años el señor Celso Chacón se encontraba al borde de la desesperación pues tenía meses sin trabajo y por más que buscaba no encontraba, pensaba en su esposa e hijos y sentía una gran tristeza: "Qué sería de ellos, cuando acabaran sus ahorros?" Desperado caminaba por las calles de la ciudad y sin saber cómo llegó a las puertas del Cementerio Municipal. Entró, se detuvo en las ventas de flores, rezó en la capilla y luego caminó por entre las tumbas. A la salida se detuvo en una capilla y se arrodilló, en voz baja rezó un rato, pidió con gran fervor a las Ánimas:

- ¡Animas benditas ayudamen a conseguir un buen trabajo!

Celso se santiguó y salió tranquilo del cementerio. En la puerta un señor lo saludó afablemente . Él se detuvo y conversó un largo rato, finalmente le contó su problema y el señor le dijo:

- Precisamente hay una vacante en la empresa de un amigo. Seguidamente le dio la dirección.

Celso se levantó muy temprano el día siguiente, después de desayunar se dirigió hacia la zona industrial, poco después estaba en la dirección indicada por el amable señor. Entró un poco nervioso y preguntó por el gerente de la empresa, esperó un rato y poco después lo mandaron a pasar.

- Buenos días, soy Celso Chacón, programador y diseñador. Tengo meses sin trabajo. Ayer en la tarde encontré un señor a la salida del cementerio y al saber de mi angustia por estar sin trabajo, me dio su dirección, me dijo que había un puesto vacante en su empresa.

El gerente sonrío y le hizo varias preguntas, al cabo de un rato le dijo: 

- Venga Mañana y si es verdad todo lo que dice de su experiencia, el trabajo es suyo, pero dígame  ¿cómo se llama el amigo que lo envió?

- No lo sé, -repuso Celso- pero se parecía mucho a usted, espere, aquí está su tarjeta.

Celso buscó en su cartera, encontro la tarjeta y se la tendió al gerente, vio como se empalidecía, asustado pregunto:

- ¿Le pasa algo? ¿Se siente enfermo? ¿En qué lo puedo ayudar?

- No se preocupe, ya pesó, es que..., el señor que habló ayer con usted es mi padre... Y hace cinco años que murió.


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